Se define "PinkTax" o "Impuesto Rosa", a aquella diferencia de precio adjudicado a los productos de uso femenino. Esto no quiere decir que todos los artículos de consumo estén sujetos a esta apreciación, pero por tratarse de productos dirigidos a mujeres o niñas, muchas marcas aprovechan el rosa (y otros recursos gráficos) para elevar considerablemente sus costos finales. Un informe del Departamento de Consumidores del Ayuntamiento de Nueva York llamado "De la Cuna al bastón: El costo de ser consumidora", demostró que además de que las mujeres ganan menos que los hombres realizando las mismas tareas, los productos tan básicos como el de la higiene personal, representan aproximadamente el 13% más de lo que pagaría el hombre. Las mujeres pagan un 8% más en productos sanitarios de la tercera edad, el 8% más en ropa, 4% más en ropa infantil y 7% más en juguetes, brecha que no se percata porque a menudo los artículos son colocados a una distancia prudente que facilite olvidar esos centavos de diferencia.
En definitiva el tema de la tasa rosa puede interpretarse de muchas maneras y puede creerse o no, como el cambio climático, de manera que esta pregunta va para los adeptos: ¿Cómo puedo evitar pagar de más por productos con la mismas características? En primeras deberíamos dejar de asumir al color rosa como lo femenino, los corazoncillos y los unicornios como lo femenino. Una afeitadora azul de cinco navajas con gel, hace lo mismo que una rosada de cinco navajas con gel.
Si el dilema está en diferenciarlos en casa, sencillo también, marque con el esmalte de uñas una X sobre el suyo. Lo que me lleva al siguiente punto... "Sí, sí. Víctimas de la vida. A ver. ¿Un abrigo de hombre cuesta lo mismo que un abrigo de mujer?" . Empecemos por aclarar esto: Si bien es cierto que hay artículos masculinos que son exorbitantemente más costoso que el mismo ejemplar en versión femenina, no menos cierto es que, mientras que el hombre del día a día necesita, por ejemplo, 6 conjuntos de ropa para cubrir todas las ocasiones de la vida, las mujeres necesitan ésos y 10 más, sumándole los accesorios y el maquillaje. Fíjense en su diario vivir, en el trabajo, la escuela, la universidad. ¿Cuántos conjuntos de ropa (accesorios incluidos) se arma una mujer y cuántos se arma un hombre. "Pero nadie obliga a las mujeres a gastar tanto en ropa, maquillaje y demás. Es una decisión personal." Así es, ya quisiera yo que invirtiésemos más en estudios, vivienda, salud y tecnología pero además de la repetitiva instrucción hacia las mujeres sobre la especial relevancia de su apariencia, la lista de artículos que necesita un hombre adulto al mes es inferior a la de los que necesita una mujer adulta.
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