Desde la adolescencia he tenido contacto con las redes sociales. Cuando pensaba que estaba conectada con el mundo exterior a través de Hi5, unas gringas me dijeron que lo que estaba acabando con todo era Facebook, así que, entré a ese universo y descubrí por qué todos mis amigos dejaban de sentirse en el mundo anterior. Tiempo después volví a estar fuera, vino la era de Twitter y me dije: Mmm, nada mal, la gente tiene límite de caracteres para escribir, así que no será tan pesado. Ahí estaba yo, creándome una cuenta con el pajarito azul , escribiendo y retwiteando frases que me parecían de lo mas intelectuales... Y después...Boom, Instagram. Entonces me empezó a llamar la atención la fotografía, el arte visual cobraba mucho sentido. De la nada, mis amigos también eran fotógrafos y habían decidido enmarcar los momentos que presentaban en Facebook, pero mas condensados, más perfectos, estructurados y orquestados. De manera que ahí estaba yo, fotógrafa, intelectual y socialy ...
No es un diario personal, pero casi.